martes, 4 de marzo de 2014

El juego del pañuelo: empleo por 50 euros

Hoy quiero escribir sobre algo que me ha dejado perpleja como persona, periodista y demandante de empleo. Sabía que las formas de entrevistar a los candidatos que se postulan para un puesto de trabajo están cambiando, que ya casi es historia la típica entrevista donde te preguntan "cómo te ves dentro de 5 años?" "cuál es tu peor defecto?".

Es frecuente que como filtro de selección, se reúnan a los candidatos que mejor encajan con el perfil para someterlos a mesas redondas donde se mide la capacidad de convicción sobre los demás, el liderazgo, la empatía, etc. También existen otro tipo de pruebas donde el candidato es sometido a cierta presión para ver como se desenvuelve en situaciones críticas u otras donde se busca que la persona muestre sus capacidades de planificación. Todas ellas válidas siempre que la persona no sea humillada.

Y digo esto por la experiencia de Clío Almansa, una chica que se presento a la selección de un puesto de agente comercial en una empresa de Mataró, y se encontró con la aplicación del método Grönholm "a la española". La selección duró tres días, al principio si hubo técnicas motivacionales donde el candidato debía demostrar sus dotes comerciales, pero el tercer día quisieron reducir radicalmente el número de candidatos. Los reunieron en una sala donde había menos sillas que candidatos, y aplicaron el juego de las sillas, lo recordáis?? aquel donde se corre mientras hay música y se debe estar sentado cuando para...pues así descartó candidatos esta empresa...Aunque si ya esto es infantil y poco profesional...la siguiente prueba es inconcebible: Dejar caer un billete de 50 euros y decir que será parte del primer sueldo para la persona que lo coja. Esto es denigrante y no tiene nada que ver con el método Grönholm, sino que invitas a que los participantes se peleen entre ellos de la peor forma. Obviamente la prueba desató los instintos más primitivos de las personas, y esta chica terminó con una vértebra rota y un golpe en la cabeza tras el intento por coger el billete y conseguir el único puesto que se ofrecía.

Esto ocurrió hace un año, la empresa ha cerrado y el caso está en los tribunales, aunque sea cual sea la sentencia esta chica no olvidará jamás esta humillación. Este tema me ha hecho pensar en cómo la búsqueda de trabajo ha podido caer tan bajo, nadie se da cuenta de los difíciles momentos que está pasando la gente sin empleo? de cómo la desesperación te lleva a aceptar cualquier proposición si eso significa trabajar y traer un sueldo a casa? Acaso debemos humillarnos para conseguir trabajo? A mi entender las personas deben ser valoradas por sus méritos, y ya es suficientemente frustante la búsqueda sin resultados como para que se nos pise de esta forma. Es intolerable que se permitan estas humillaciones para poder trabajar. Las empresas deben buscar a la persona adecuada y ver sus aptitudes pero nunca mediante la humillación y la vejación.






PD: Os dejo el trailer del film El método, un símil de lo que llevó a cabo Ecoline 2010, aunque éste es uno de esos casos en los que la ficción  no debería superar la realidad.













1 comentario:

  1. Increíble, no conocía la historia de la chica de Clío Almansa. Creo que indistintamente del método de selección, nunca se debería exceder la frontera del respeto entre contratante y contratado. Y si es el caso, quizá es mejor no trabajar para según quien. Pese a las necesidades que tenga una persona, el objetivo es vivir, y vivir lo más feliz posible, y con gente así dudo que sea posible.

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